Moscú es el punto de partida, donde los turistas visitan el Kremlin y la Catedral de Cristo Salvador, pasean por la famosa calle Arbat y exploran las estaciones de metro que son verdaderos museos.
La primera parada del tren es la ciudad de
Kazán, la capital de la república de Tartaristán, ubicada a orillas del Volga. Luego, el tren sigue hacia
Ekaterimburgo, el lugar donde Europa y Asia se encuentran. Ambas ciudades han ganado protagonismo recientemente al albergar partidos del
Mundial de Fútbol de Rusia, en 2018.
Tras conocer la ciudad de Novosibirsk, la tercera más poblada de Rusia, los turistas viajan a Irkutsk, una de las más grandes de Siberia. Lo que viene a continuación es posiblemente el destino más esperado de todo el viaje:
el lago Baikal.