Los submarinos diésel-eléctricos tienen muchas ventajas respecto a otro tipo de embarcaciones, como, por ejemplo, los submarinos nucleares. Son más compactos, pueden actuar en aguas poco profundas, acercarse más a las costas, lanzar saboteadores-nadadores, así como colocar minas de manera sigilosa. Los sistemas modernos de soporte vital le permiten permanecer bajo el agua por hasta cinco días. Además, producen mucho menos ruido.