La Federación de Rusia ostenta el primer puesto en la lista de países con la mayor superficie del planeta.
Este es un hecho público y notorio, pero muy pocos saben que una de sus regiones es tan grande que podría competir por sí solapor un sitio en este ranking.
Sputnik te invita a un viaje virtual por Yakutia, una república rusa repleta de maravillas naturales.
Ubicada en el Lejano Oriente de Rusia, Yakutia tiene una superficie total de más de tres millones de kilómetros cuadrados.
Se trata de un área superior a la que ocupa Argentina y solo ligeramente inferior a la de la India.
Pese a sus colosales dimensiones, muy pocos conocen la historia y la cultura de esta región rusa.
Quizá el hecho más conocido sobre Yakutia —oficialmente denominada república de Sajá— sea que alberga el lugar habitado más frío del hemisferio norte.
En puridad habría que hablar de dos lugares, Verjoyansk y Oimiakón, donde la temperatura mínima registrada ronda los -68oC.
Gracias a este fenómeno natural, Oimiakón se ha convertido en un santuario para muchos turistas.
También Yakutia dispone de glaciares y cascadas. El vastísimo territorio que abarca la región alberga diferentes áreas bioclimáticas.
Los Pilares del Lena, cincelados por la naturaleza durante siglos de arduo trabajo, forman parte del majestuoso grupo de maravillas de la región de Sajá.
Esta formación de rocas está encuadrada en un parque natural y fue reconocida como Patrimonio de la Humanidad en 2012.
Otra riqueza de Yakutia, en el sentido literal de la palabra, son los diamantes.
La república de Sajá desempeña un papel clave como productora principal de este artículo de lujo. Visitar la mina a cielo abierto de Mir se torna imprescindible.
Con más de 500 metros de profundidad y un radio de 1,2 kilómetros, esta estructura gigantesca se ubica al lado de la ciudad minera de Mirni.
Las vistas de la localidad son verdaderamente impresionantes.
La mina a cielo abierto fue inaugurada en 1957 y permaneció activa hasta 2001.
Después comenzó la extracción de minerales por debajo. Sin embargo, después de varios incidentes, la mina fue cerrada.
La Mir no es la única mina a cielo abierto de la república de Sajá. Udachnaya es incluso mayor —1,6 x 2 kilómetros— y mide 640 metros de profundidad. Además, está prevista la creación de nuevas minas incluso más voluminosas.
En Yakutia también se ha descubierto gran cantidad de huesos y esqueletos de mamuts.
Los científicos también hallaron restos bien preservados de esta especie, y lo lograron gracias a las condiciones del permafrost —capa de suelo permanentemente congelado, pero no necesariamente siempre cubierto de nieve o hielo—.
Finalmente, la joya de la corona que todavía no hemos mencionado la configuran los moradores de esta magnífica tierra.
La república de Sajá cuenta con una población multiétnica.
Los dos grupos principales son los rusos (37,8%) y los yakutos (49,9%), que han habitado estas tierras en armonía desde su incorporación a Rusia en el siglo XVII.
Al igual que en otros rincones del globo terráqueo, incluida América Latina, Yakutia tiene mestizos, denominados 'sajaliar' en ruso y 'baahynái' en el idioma yakuto.
La denominación se usa para referirse a la mezcla entre europeos —sobre todo rusos— y yakutos.
Los yakutos y los sajaliar hablan yakuto, que se engloba en las lenguas túrquicas, es decir, está emparentado, si bien lejanamente, con el turco.
La república de Sajá es un lugar que vale la pena visitar, pues contiene centenares de tesoros.
Es un sueño invernal de naturaleza intacta, auroras boreales y personas amigables: es el verdadero símbolo de la grandeza de Siberia.