Cuando los bolcheviques tomaron el poder en Rusia, empezaron la reconstrucción de Moscú a gran escala. Este proceso fue interrumpido por la Gran Guerra Patria —nombre dado por la historiografía soviética a la parte de la II Guerra Mundial focalizada en el frente del este, que enfrentó a la URSS y a la Alemania nazi— y se reanudó con renovado vigor después de 1945.

En 1947 empezó la construcción de los primeros rascacielos del país, que llegaron a ser conocidos como las Siete Hermanas de Stalin. El primero en alcanzar la altura prevista fue el Edificio de Kotélnicheskaya Náberezhnaya, en 1952.

Un año después lo adelantó el Edificio Principal de la Universidad Estatal de Moscú, que ostentó el récord de altura hasta 2005, cuando se erigió la llamada 'octava hermana', el rascacielos residencial Triumph Palace, que copió el estilo de la arquitectura estalinista pero con un toque del siglo XXI.

Las autoridades de la URSS tenían previsto en la década de los 30 del siglo XX erigir el Palacio de los Sóviets, que estaba llamado a convertirse en el edificio más alto no solo del país, sino de todo el planeta. Debería haber tenido casi medio kilómetro de altura y haber estado coronado por una estatua enorme de Vladímir Lenin.

El Palacio de los Sóviets estaba proyectado para ser construido en el centro histórico de Moscú, en lugar de la Catedral de Cristo Redentor, destruida en 1931.

Las obras empezaron, pero el proyecto quedó suspendido a causa del inicio de la Gran Guerra Patria. La ambiciosa empresa no volvió a reanudarse después del conflicto bélico. Como consecuencia, en la década de los 90, las autoridades reconstruyeron la catedral en ese mismo sitio.

El Lakhta Center, que está siendo construido en San Petersburgo, se ha convertido ya en el rascacielos más alto de Rusia y de toda Europa.

Torre de la Federación es un complejo de dos rascacielos, las torres Vostok —Este— y Zapad —Oeste—. Ambas forman parte del Centro Internacional de Negocios de Moscú.

Está previsto que, para el 2020, la capital de la república de Chechenia —en el sur de la parte europea de Federación de Rusia— albergue uno de los rascacielos más destacados del planeta, la Ajmat Tower, bautizada en honor al primer presidente de la república, Ajmat Kadírov, padre del líder actual.

Otro complejo de rascacielos situado en el Centro Internacional de Negocios de Moscú, OKO, es actualmente el tercer rascacielos más alto de Rusia y Europa, después de la Torre de la Federación y el Lakhta Center.

La torre Iset, ubicada en Ekaterimburgo, en plenos Urales, es el edificio más alto de dicha ciudad con 209 metros de alto y 52 pisos. La superficie total de Iset se cifra en 70.000 metros cuadrados.

Mercury City Tower, quizá el rascacielos más inusual de Rusia, está forrado de cristal anaranjado. Se encuentra en el Centro Internacional de Negocios de Moscú, tiene 338 metros de altura y cuenta con 75 plantas.

La torre Visotski es el segundo rascacielos más alto de Ekaterimburgo, con 188 metros de altura y 54 plantas. Posee una superficie total de 119.000 metros cuadrados y está en pleno centro de la ciudad.

Ente otros rascacielos sobresale la Evolution Tower, que recuerda a las curvas del ADN humano. Tiene 55 plantas y mide 246 metros.

Existen planes para la construcción de rascacielos en la parte asiática de Rusia. Uno de los proyectos más notables es la Torre de Jabárovsk, en la localidad homónima, situada en el Lejano Oriente ruso, cerca de la frontera con China.

El edificio contará con 52 plantas y cerca de 200 metros de altura. Las obras arrancarán en otoño de 2018.