Estos eventos mostraron a la China comunista que el arsenal nuclear soviético les protegería a ellos también, pero
Moscú no se pondría a la defensa de Pekín cuando se tratase de guerras expansionistas.
Además, debido a la falta de deseo de involucrarse en una
guerra contra EEUU por un grupo de islas, la URSS salió unilateralmente del acuerdo de cooperación con China, que tenía prevista la transferencia de
tecnologías nucleares al gigante asiático.
De tal modo, los especialistas soviéticos fueron retirados. No obstante, para aquel entonces
China ya había obtenido la ayuda suficiente como para poder acabar el proyecto por su propia cuenta.