La nacionalización de la industria petrolera de Irán en 1951 causó graves daños a los intereses de EEUU y el Reino Unido. En 1953, la inteligencia angloestadounidense desarrolló un plan para dar un golpe de Estado, la operación Ajax, cuyo avance fue supervisado por el nieto de Theodore Roosevelt, Kermit Roosevelt Jr. Durante la operación, por primera vez, se aplicó en su totalidad la técnica de organizar revoluciones no violentas, más tarde conocidas como 'revoluciones de colores'. En la sede de la CIA en Langley (Virginia) se preparó una verdadera guerra de información contra el primer ministro de Irán, Mohamed Mosaddeq. En Teherán fueron sobornados periodistas, redactores, editores, grandes medios de comunicación y miembros del Majlis (Parlamento).

Tras la llegada al poder de Fidel Castro en enero de 1959, las relaciones entre La Habana y Washington se deterioraron. EEUU declaró el bloqueo económico total a Cuba y, más tarde, la suspensión de las relaciones diplomáticas.

Además de los intentos de asesinar al líder de la Revolución cubana y su apoyo a la oposición, la CIA decidió preparar una invasión militar sobre la isla.

Durante muchos años, el general Manuel Noriega encabezó la inteligencia militar de Panamá. En 1983 se puso a la cabeza de la Guardia Nacional del país.
El político mantenía estrechos contactos con la CIA y, de acuerdo con el exdirector del Servicio de Inteligencia de EEUU, William J. Casey, "cumplía importantes tareas para el Gobierno norteamericano". Aunque 'de iure' Noriega no era el mandatario de Panamá, en la practica gozaba de la máxima autoridad en el país centroamericano.

En 1984, un intento golpista sacudió Panamá. Sin embargo, fue exitosamente reprimido por Noriega en un momento en el que había un distanciamiento con EEUU. Preocupado por la desobediencia del exagente, EEUU proclamó el bloqueo económico de Panamá y empezó las negociaciones para la dimisión de Noriega.

Panamá sufrió una escalada de la crisis política en diciembre de 1989, año en el que empezó un periodo turbulento que acabó con otra intentona de golpe de Estado patrocinada por Washington. En aquel entonces, el Parlamento de Panamá concedió al general Noriega poderes especiales y declaró que el país estaba en guerra con EEUU.

En julio de 2003, el ex secretario de Estado de EEUU, James Baker, visitó Georgia. Este veterano de la diplomacia estadounidense se reunió en primer lugar con los líderes de la oposición y luego con el presidente, Eduard Shevardnadze.

"Durante la reunión con Eduard Shevardnadze y la oposición de Georgia, acordamos la composición de una Comisión Electoral Central y de comisiones electorales regionales", informó Baker antes de partir de la capital georgiana.