La cruzada que culminó en un califato
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El 15 aniversario de la invasión estadounidense en Irak

El 20 de marzo de 2003, Estados Unidos y otros países formaron una coalición e invadieron el territorio de Irak, dando inicio a una guerra. Washington y sus aliados acusaron al Gobierno del entonces presidente Sadam Husein de crear armas de destrucción masiva y de apoyar a diferentes grupos terroristas, sobre todo, a Al Qaeda.

A través de la invasión, la coalición buscaba 'democratizar' a Irak. Quince años después queda claro que esta tentativa fracasó y, para colmo de males, resultó en la aparición de uno de los mayores desafíos del siglo XXI, el grupo terrorista Estado Islámico, también conocido como ISIS.

Con motivo del aniversario, Sputnik conversó con expertos que evaluaron los resultados y los efectos de la guerra de Irak.
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La lucha de Hércules contra Hidra
EEUU intentó cortarle la cabeza al terrorismo y le salió el tiro por la culata
Las autoridades estadounidenses justificaron la ofensiva en el Irak de Sadam Husein con la necesidad de luchar contra el terrorismo. Washington proclamó como meta erradicar a Al Qaeda después de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

En aquella época, Estados Unidos consideraba que todo el mundo formaba parte de su zona de interés nacional. Como resultado, esto le dio carta blanca para acusar a Husein de ser 'cómplice' de la red terrorista.
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La capital de Irak, Bagdad, en llamas tras el bombardeo de la coalición

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Sin embargo, nadie logró encontrar huellas de Al Qaeda en el país árabe. Por el contrario, la invasión orquestada por Washington tuvo como consecuencia el aumento de los atentados.

Varios expertos coinciden en que la injerencia norteamericana fue la razón por la que surgió una de las mayores amenazas terroristas hasta la fecha, el Estado Islámico.

El califato, como se autodenominaba a sí mismo este grupo terrorista, tenía como meta expandir su reinado de terror por todo el planeta. Su derrota se ha pagado a un alto costo.

No obstante, sus semillas todavía brotan: la ideología yihadista sigue viva, de ahí que la amenaza persista hasta hoy.
Cuando Estados Unidos ocupó Irak en 2003 asestó un golpe contra sus fuerzas de seguridad, inteligencia y Ejército. Esto simplemente dejó un vacío. Para contrarrestar a los crímenes de los ocupantes, en Irak surgió un movimiento de resistencia. En este ambiente, [grupos] extremistas encontraron un suelo fértil para propagar sus ideas y buscar nuevos partidarios
Riadh Sidaoui, director del Centro Árabe de Investigaciones y de Análisis Políticos y Sociales (Caraps, por sus siglas en francés), ubicado en Ginebra
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Estados Unidos invade Irak
marzo de 2003
[Las acciones de] Washington han provocado tensiones y una polarización sin precedentes en la sociedad iraquí, sobre todo, en el ámbito religioso. Esto dio inicio a una ola de violencia, de la que se aprovecharon los radicales. Luego, el mismo proceso tuvo lugar en Túnez, Libia, Siria y Egipto.
Riadh Sidaoui, director del Centro Árabe de Investigaciones y de Análisis Políticos y Sociales (Caraps, por sus siglas en francés), ubicado en Ginebra
Tropas estadounidenses derrumban una estatua de Sadam Husein
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Combates en Irak
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Sadam Husein se presenta ante sus partidarios
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Un soldado estadounidense herido durante los combates en Irak
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A causa de la intervención estadounidense, los integrantes del Ejército nacional y el movimiento de resistencia iraquí se acercaron a las agrupaciones con una ideología yihadista y salafista. Como resultado, se formó el infame grupo terrorista ISIS (también conocido como Daesh), que estableció su control sobre la mayoría del territorio de Irak y se expandió más allá de las fronteras del país.

Los crímenes de los estadounidenses en Irak se convirtieron en el principal motivo para los actos de venganza. Precisamente, la venganza sirvió como base para la creación de Daesh.
Ahmed Ban, especialista egipcio en grupos extremistas
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Producto de su imaginación
El enigma de las armas de destrucción masiva jamás encontradas
El entonces secretario de Estado de EEUU, Colin Powell, presenta un vial con una muestra de ántrax en el Consejo de Seguridad de la ONU

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La supuesta fabricación de armas de destrucción masiva por el Gobierno de Sadam Husein fue la segunda razón esgrimida por Estados Unidos para la intervención en Irak y se convirtió en el mayor argumento para obtener el apoyo de la comunidad internacional.

Menos de dos meses antes del inicio de la operación, el 5 de febrero de 2003, el entonces secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, compareció ante el Consejo de Seguridad de la ONU donde presentó 'pruebas irrefutables' de que Bagdad poseía armas no convencionales.

El diplomático pronunció un discurso sobre la amenaza de las armas biológicas iraquíes e incluso presentó un vial con una muestra de ántrax —carbunco— seco para dar más peso a sus acusaciones contra Bagdad.
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Powell mencionó, entre otras cosas, un supuesto programa nuclear iraquí, que, en realidad, nunca existió.

Las denuncias del secretario de Estado contra Irak sobre la supuesta posesión de armas biológicas se basaban en los testimonios de Rafid Ahmed Alwan Janabi (conocido por la Inteligencia norteamericana como 'Curveball'), un químico iraquí que había desertado del país en 1999.
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Combates nocturnos en Irak
Los combates urbanos y el apoyo aéreo a las tropas de EEUU
Este último confesó a principios de 2011 que había mentido sobre el programa de armas biológicas iraquí y admitió que se había quedado asombrado por el hecho de que sus declaraciones se convirtieron en el pretexto para la guerra de Irak.

Sin embargo, Janabi también declaró haberse sentido orgulloso de que esta falsificación contribuyera al derrocamiento del Gobierno de Sadam Husein.
El mismo Donald Trump manifestó durante su campaña electoral que la operación en Irak fue un fracaso y que no dio buen resultado. Se había declarado en reiteradas ocasiones que Husein no poseía armas de destrucción masiva. Pese a todo lo que dijeron, los estadounidenses no buscaban estas armas. Necesitaban solo un motivo para destruir Irak. Estados Unidos buscaba satisfacer todas sus ambiciones en Oriente Medio.
Mahmud Anwar, político iraquí y jefe del movimiento Todos somos Irak
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'Democratizar' a toda costa
Cuando rige la ley de la fuerza y no la fuerza de la ley
El tercer motivo para la entrada de tropas internacionales en el territorio de Irak fue el deseo de Washington de 'llevar la democracia' al pueblo iraquí. Este fue el lema de la campaña mediática que precedió a la intervención.
Soldados estadounidenses en Irak

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A muchos medios 'mainstream' se les olvidó mencionar que tal paso sería ilegal.
Sin embargo, en su intento de convencer a los estadounidenses de la necesidad de la operación militar, a muchos medios 'mainstream' se les olvidó mencionar que tal paso sería ilegal desde el punto de vista del derecho internacional.

Estados Unidos afirmó que en Irak se estaban fabricando armas de destrucción masiva, a pesar de que los inspectores de la ONU que trabajaban en aquella época en Irak no las habían encontrado.
En la actualidad no se puede confiar en las organizaciones internacionales.

La ONU es una herramienta en las manos de EEUU y la utiliza para ocultar sus crímenes, implementar su propia agenda y manejar los recursos de pequeños países. Washington está completamente seguro de que no habrá ningún castigo por estas actividades.
Ahmed Ban
especialista egipcio en grupos extremistas
La comunidad internacional recurre a la ley de la fuerza y no a la fuerza de la ley. Esto ha ayudado a los estadounidenses a cometer sus crímenes.

Los únicos que alteran el equilibrio de poder ahora son China y Rusia, los cuales tienen un papel cada vez más importante en la arena internacional.
Riadh Sidaoui
director del centro de investigaciones Caraps
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Continuará…
¿Quién sacó provecho de la guerra en Irak?
Como consecuencia de su intromisión en Irak, Washington consiguió fortalecer su control sobre el mercado petrolero mundial.

Una ola de guerras y desestabilización en Oriente Medio eclipsaron muchos problemas importantes, como la cuestión palestina.

Además, miles de estadounidenses siguen en Irak a pesar de que Washington ha expresado en numerosas ocasiones su deseo de retirarse definitivamente de este país árabe.
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El futuro de la presencia extranjera en suelo iraquí todavía está por verse. Cada organización política del país tiene su propia visión de cómo resolver el problema y ahora le toca al pueblo decidir cuál es la mejor vía. La respuesta se dará a conocer el próximo mayo, cuando los iraquíes acudan a las urnas para elegir un nuevo Parlamento.
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Fotos: AP, AFP, Reuters, Sputnik
Texto: Sputnik
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