Desde que Colin Powell y George W. Bush
mintieron en el Consejo de Seguridad
sobre las supuestas armas de destrucción masiva que poseía Sadam Husein, desaparecieron de los Gobiernos norteamericanos cualquier tipo de consideraciones a la hora de emitir falsos rumores sobre los países a los que desean bombardear, o
en la jerga de los neoconservadores, "llevar la libertad y democracia".
Con Venezuela han sido bastantes generosos a la hora de emitir rumores. Mike Pompeo, director de la CIA, afirmaba que el país suramericano era un paraíso para el terrorismo global: "
Los cubanos están allí;
los rusos están allí,
los iraníes,
Hezbolá está allí",
aseguró Pompeo.
La Agencia de Seguridad Nacional (NSA), no ha querido quedarse atrás e informó sobre un supuesto
complot para asesinar al senador republicano Marco Rubio. Según el Miami Herald, se señalaba a Diosdado Cabello, uno de los líderes más importantes de la Revolución Bolivariana, de
haber contactado a "ciudadanos mexicanos" con el fin de llevar adelante el supuesto plan.
No resulta casual que Julian Assange
publicara en su cuenta de Twitter:
"Hemos encontrado nuestro nuevo Irak: es Venezuela", y acompañase dicha publicación con un video en el que Pompeo reconoce trabajar junto a Colombia y México para derrocar al Gobierno venezolano.