Según una de las leyendas locales, el padre Baikal tenía 336 ríos-hijos y solo una hija, Angará. Todos desembocaban en él. Sin embargo, su hija se enamoró del río Yeniséi y empezó a robar las aguas de su padre para llevárselas a su novio.
En respuesta, Baikal arrojó una roca gigante contra su hija y la maldijo. Esta roca, llamada Piedra Chamán, marca el lugar donde nace Angará.