Cada uno de los gatos del
Hermitage tiene su propio pasaporte con una foto suya y cuando se supera el número máximo de los felinos
se les encuentra a unos nuevos dueños mediante un riguroso proceso de selección.
A los nuevos dueños de los gatos se les entrega
un certificado especial de 'Propietario de un gato del Hermitage' que le da a la persona el
acceso gratuito al museo de por vida.
Cada primavera se celebra el
día del Gato del Hermitage, cuando todos los gatos se sueltan
para que el público los pueda ver.
También, a los visitantes del museo se les abre
el acceso a los sótanos y áticos donde habitan los felinos.